Presentación del grupo de trabajo Internacionalismo y solidaridad internacional

, por  Pierre Rousset, Sally Rousset

La situación actual es bastante paradójica. Más que nunca, los grandes asuntos de los que depende nuestro futuro se colocan en primer lugar a escala internacional (crisis ecológica y climática, consecuencias globales de la mundialización capitalista, aumento generalizado de la discriminación, etc.). Sin embargo, se limitaron los «espacios» colectivos que permiten los movimientos progresistas de coordinación. El Fórum social europeo, por ejemplo, está muerto y la dinámica del Fórum social mundial se ha debilitado considerablemente. Las estructuras formadas al principio de los años 2000 han perdido su pertinencia, pero no se han remplazado por formas de coordinaciones que sean al mismo tiempo duraderas y mejor adaptadas al presente.

Lo mismo puede decirse de los movimientos solidaros. El sentimiento de una comunidad así y de lucha puede ser muy fuerte, como lo vimos en 2003 (antes de la guerra de Irak), con las ocupaciones de plazas (sobretodo, después de 2011), u hoy con las manifestaciones feministas durante la investidura de Donald Trump en los Estados Unidos; pero las iniciativas solidarias concretas están en general muy lejos de lo necesario para lograrlo (como en particular la crisis siria).

El grupo de trabajo «Internacionalismo y solidaridad internacional» se aferra a estos asuntos que tienen un triple punto de vista a la hora de la realización, de la información sobre las movilizaciones en curso y de la presentación de alternativas.

No se dirige solo a los compañeros que se dedican específicamente a la solidaridad internacional. De hecho, le concierne a los movimientos sociales y ciudadanos en su variedad. La solidaridad “de base” no se pueden delegar en los “especialistas”: para ser eficaz, debe ser un asunto de todos. Además, los movimientos reevalúan actualmente sus estrategias en función del contexto mundial actual – y no pueden pasar por alto la dimensión internacional; el internacionalismo en la práctica.

El grupo de trabajo tendrá en cuenta la complejidad de los asuntos que nos planteen, especialmente, con la voluntad de incluir en nuestro proceso las exigencias solidarias hacia todos aquellos y aquellas que se enfrentan a las discriminaciones, la opresión y la explotación.

Se aferra a la historia internacional; y también de manera general a la historia del internacionalismo (¿cómo y bajo que formas se manifiestan los siguientes periodos?). Sin limitarse solo a los movimientos internacionales obreros y a las redes intersindicales, se interesará en diversas formas de convergencia o de organización como fuesen, por ejemplo, Bandoeng y la Tricontinental por el movimiento de descolonización, la Vía Campesina por el movimiento campesino, o las coordinaciones feministas.

El grupo de trabajo se aferrara a las relaciones entre solidaridades regionales y mundiales; así como las modalidades “apropiadas” que pueden llevar a estos niveles de solidaridad siguiendo los campos de acción: para los refugiados e inmigrantes; para las víctimas de catástrofes humanitarias (climáticas, guerras…); para las luchas de emancipación en curso y las luchas por los derechos fundamentales (sociales, de género, democráticos…).

Establecerá en el marco de las pasarelas con otros grupos de trabajo de Intercoll cuyo objetivo incluye parcialmente el nuestro (conflictos armados, migraciones…)

Contribuirá a popularizar las alternativas solidarias elaboradas por los movimientos sociales y facilitará el contacto con los compañeros.

Una literatura rica existe ya en muchos asuntoss que abordamos. Están accesibles, en la medida de nuestras posibilidades.

El propio tema de nuestro grupo de trabajo exige que trabajemos con los compañeros implicados en las diferentes partes del mundo.

Este amplio abanico de asuntos evidentemente no puede tratarse de manera exhaustiva. Se trata sobre todo de integrarlo en una reflexión colectiva enriquecida tanto por la historia como por la experiencia actual.

Navigation